Momento de silencio (Damon)

Miré a mi alrededor, ya llevaba no sé unas dos semanas aquí. Hombre bueno no tanto pero si llevaba algo. Claro que aunque llevara dos años aquí nunca me sentiría como en casa. Miré a mi alrededor y tomé una piedra para aventarla al lago. No había nadie, de hehco era la única persona que vivía en el lago así que no creo que hubiera mucho problema. A nadie molestaría y nadie me molestaría a mi.
Sentí el telefono vibrar en la bolsa pero esperé a que terminara para ver quién había llamado. Número desconocido. Nadie más que mis amigos y mis padres tenían mi número así que no sabía quién podría ser. Era algo desconfiada a veces, aunque otras no mucho.

Empecé a ver algunas de las fotografías en él, eran ya algo viejas de un año para acá. Amigos,amigos, hermano, amigos, mías. De estas últimas eran pocas pues no me gustaba mucho tomarme fotos era más cuestión de tomar fotos a los demás o las otras cosas. Solté un suspiro y miré al frente. Ojala hubiera traído mi cámara, pero es que la había dejado en casa.

FDR: El post es para mi, no¿?
(ya se que lo pone en el título, pero lo digo por si acaso )
Por cierto... ¿se supone que te llamo yo o no? XDDD

Jajajaja si es para ti, a menos que haya otro damon D:
Ammm,no necesariamente. No creo pues como quieras xDD

FDR: okis... porque no sabía cómo iba a explicar de dónde había sacado tu Nº XDDD

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Di vueltas por el bosque siguiendo un olor que me era bastante familiar hasta que llegué hasta el lago.
Vi a la chica de pie, justo en frente de él, mirando algo en su celular, luego suspiró y miró otravez el lago. Me quedé entre los árboles observándola. La última vez que nos vimos no me había contado casi nada sobre ella. Quería saber cual era todo ese misterio que giraba entorno a su hermano... me producía casi tanta curiosidad como descubrir el sabor de su sangre, olía realmente bien así que volví a inspirar el aire mientras observaba su silueta. Podría acercarme y saludarla, pero observar a las personas cuando creen que están solas era mucho más revelador, uno no tiene miedo de mostrarse tal como es cuando cree que nadie más lo mira.

El telefono volvió a sonar y esta vez contesté. No fue de una manera muy agradable pero tampooc fue descotrés. Una voz conocida sonó detrás del telefono y puse los ojos en blanco ¿Es que ya me estaba llamando para culparme de alguna otra cosa?

- ¿Qué quieres? - hablé molesta.
Me di media vuelta y miré a mi alrededor mientras escuchaba a mi padre hablar. La voz de mi madre se escuchaba en el fondo diciendole lo que él tenía que decir. Que patetica que era mi vida. Mi padre on podía decir nada de corazón. Es que necesitaba un apuntador como en los programas.
Negué con la cabeza aún como si es que ellos estuvieran frente a mi y sonreí de medio lado con burla.
- No te creo nada de eso, incluso puedo escuchar a Marissa detrás de ti diciendote que decir - Eso es basura -entrecerré los ojos. Es más no entendía que querían de mi en estos momentos. Por que eso de volver no se los creía. Me habían dejado muy claro hacía unos meses que me guardaban un especial rencor por lo que había sucedido.
Caminé un poco pero me distraje y casi tropiezo con una piedra. Joder, tan estúpida y despistada. Colgué el telefono y le dediqué una mueca a la piedra.

Escuché como discutía con alguien por teléfono en un momento de la cnversación miró hacie donde yo estaba escondido, pero me oculté detrás de un arbol y no se dio cuenta de que estaba allí. En momentos como esos me alegraba de corazón que los vampiros fueramos así de rápidos.
Fue caminando y por poco se cae por culpa de una piedra. Sonreí divertido y decidí ir a saludarla, espiar no era lo mío, no era tan morboso como la gente creía.

Me moví rápidamente y casi sin hacer ruido, antes de que dejara de mirar la piedra y se diera la vueltas me coloqué a su espalda, seguro de que se llevaría un buen susto.

Suspiré con cansansio y me giré. Me sorprendí pues casi choqué con alguien, no logré verlo bien pues cerré los ojos y di un paso para atrás pero cuando los abrí reconocí a la persona. Era Damon Salvatore, le dediqué una sonrisa calmada.

- ¿De donde has salido tú? - pregunté un poco confundida, hice una pequeña mueca y alcé la ceja.

Después pensé en que, desde cuando había estado aquí y que tanto habr´ñia escuchado de la ''conversación''. Total no es que fuera muy interesante, pero no pesnba ni qería que todos supieran mi vida.

- ¿He, desde hace cuanto que estás aquí? -según yo le miré de manera intimidante. Seguro solo daba risa.

Se asustó justo como yó me esperaba, retrocedió un poco y cuando terminó de lanzarme sus preguntas nerviosa procedía a hablar despacio y con una sonrisa encantadora, ignorando por completo su expresión seria. Seguro que le daba miedo que me enterase de algo que no debía... lo cual era justo lo que pensaba hacer.
- Hola a ti también.- me reí.- Estaba dando un paseo, te he viato y he venido a saludar.- mentí con naturalidad.- Acabo de llegar, pero estabas hablando por teléfono así que no quise interrumpir... lo siento, no quería asustarte.

Claro que quería, en eso estaba toda la parte divertida.

Puse los ojos en blanco, me encogí de hombros y luego esbocé una sonrisa.

- aja, claro. No querías asustarme...eso supongo. Sí es muy lógico, yo siempre hago eso, ponerme detrás de las personas para saludarlas sin querer asustarlas -dije con sarcasmo y en tono de broma.

Respiré hondo y me tumbé en el suelo.

- Hola Damon -dije al fin en forma de saludo - Hace varios días que no te había visto. Bueno no es que salga mucho yo también. No conozco a nadie más que a ti y no es como que vaya al colegio para conocer a más personas. Creo que no - reí.

-Pues sí.- reconocí a modo de broma cuando me reprochó mi costumbre de asustar a la gente.- Es eso exactamente lo que hago siempre.

Se tumbó en el suelo y enarqué una ceja... luego me encogí de hombros, la seguí tumbandome a su lado y me puse a mirar el cielo igual que ella.

- Oh, no por dios, no hagas eso. Mi hermano creo que fue al instituto por eso... patético.- hice una mueca.- ¿Para que quieres conocer a más gente teniendome a mí?- giré la cabeza y la miré con una sonrisa divertida.

Sonreí y puse los ojos en blanco.

- Ja, claro eres la única persona que tenía que conocer...-suspiré y reí - y joder, no nadie me llevaría al colegio nunca. Asco, ya tuve mucho de eso. De todos modos, con los libros me basta - me encogí de hombros.

Lo miré y le sonreí.

- ¿En donde vives? yo, yo vivo por acá. Mi casa es esa que se ve entre los árboles.- Sonreí, adoraba ese sitio. Me encantaba en él me sentía segura y en casa - Sí, es muy alejado de las demás personas pero no importa. No me gusta que me molesten.

Me tumbé de lado y la escuché mientras hablaba sobre su nueva casa y lo mucho que le gustaba.

- Vaya, parece que estés encantada con ella. Yo vivo en la casa de huespedes de los Salvatore. - dije distraido.- no es nada comparado con la mansión que antes poseía mi familia... pero bueno, es pasable.

- Eso si, la tuya tiene un gran inconveniente.- dije entornando los ojos.- Imaginate que soy un psicópata asesino (sólo en un caso hipotético claro está, en la realidad ya sabes que no mataría una mosca)- dije suponiendo que no sonaría muy convincente- imaginate que entro en esa casa... por la noche... tu duermes sin sospechar nada en tu cama... Imagínate lo que podría pasar y lo peor es que nadie te oiría gritar pidiendo ayuda.- sonreí de forma perversa dejando el relato sin acabar.

Escuché lo que decía y no pude evitar´soltar una carcajada. Sí claro, un psicopata. No creía fuera muy difícil encontrar algo interesante por aquí. Puse los ojos en blanco e hize como que me daba miedo.

- Huy, pues probablemente mi vida llegaría a su fin. Pero gracias, ahora no podré dormir con el hecho de que alguien se meta a mi casa y quiera matarme, o otras cosas - Lo miré - gracias Damon, gracias. Aunque claro le sería algo difícil entrar...eso creo no sé - me encogí de hombros.

Resultaba raro estar sentada junto a un chico bastante guapo y hablando de un tío loco que quisiera matarme.

Se rio de lo que yo le decía y no pude evitar sonreir ante lo irónico de la situación, estaba delente de un tipo que cualquier otra persona habría tachado de monstruo, pero ella no podia saberlo claro está, así que supongo que era normal que se tomase a broma lo que le decía.

- oooh, te aseguro que los psicópatas de las ciudades pequeñas son los peores, no es cosa mía, no te intento asustar, solo te advierto del peligro.- le dije dramatizando demasiado.- Aunque bueno, si tanto miedo tienes, y ya que no conoces a nadie más de la ciudad yo me podría quedar contigo por las noches.- le dije con una sonrisa seductora.

Sonreí, bueno probablemente tenía razón. Pero es que claro no importaba mucho, si tanto miedo me daba en la noche me iría a dormir a algún hotel o claro no dormiría. Me encogí de hombros y solamente eso.

Me lo pensé un poco cuando escuché bien lo que dijo él y lo miré entrecerrando los ojos - Hombre, síiii claro ¿Cómo no? Oye, que seas el hombre más guapo que haya visto en mi vida no significa que sea tan fácil entrar en mi casa- sonreí - Pero gracias -me encogí de hombros - ¿Y porqué has venido al lago? - dije cambiando de tema. No mucha gente venía al lago.

- Gracias... por lo de "el hombre más guapo" digo... lo de que no me invites a tu casa me parece muy mal.- dije bromeando luego volví a mirar el lago delante del que estabamos y me perdí en mis pensamientos durante unos segundos.

- Bueno... vengo para pensar o para relajarme.- dije finalmente.- No suele haber gente aquí, ya sabes, cuando quiero desconectar del resto del mundo y estar solo entonces vengo aquí.- me encogí de hombros. Recordé el primer día de mi nueva vida, cuando desperté y me di cuenta de que no estaba muerto y de que Katherin había desaparecido; ese día tenía mucho en que pensar y estaba justo allí, delante de esas aguas que no habían cambiado mucho en el último siglo.

Reí - No hay de qué - sonreí de medio lado - Algún día te invitaré a mi casa, a comer o no sé alguna fiesta...aunque el único invitado serías tú pues no conozco a nadie más - hice una mueca.

Era el úncio chico que conocía y realmente me agradaba.

- Sí este lugar es perfecto para esto, pensar, relajarse. Incluso es un lugar hermoso para tomar fotografías. Adoro la fotografía, aunque pues no sé - me encogí de hombros. Seguí hablando por un rato pero vi que él no respondía así que me callé. Estaba pensando en algo problablemente doloroso, algo importante. Se veía en su cara.

Siempre me ponía así cuando recordaba cosas tristes, que me traían buenos o malos recuerdos. El pasado era lo peor. Solté un largo suspiro y bajé la mirada. Al parecer lo había sacado de trance.

- Emmm... Sí, lo siento, - dije dandome cuenta de que hacía tiempo que había desconectado, hacía mucho que los recuerdos no me asaltaban de esa forma- este sitio me trae demasiadas cosas a la cabeza. Es otra cosa que odio de esta ciudad, demasiadas historias han pasado aquí... ¿Decías algo de tomar fotografías?- dije haciendo una mueca de arrepentimiento.- Por cierto, te tomo la palabra en lo de la fiesta, sabes que te divertirías aunque sólo estemos tu y yo.- dije mirándola con una sonrisa y señalandola con el dedo índice para confirmar que de verdad me acordaría.

- Anda, vale. Me parece bien, creo que podríamos hacer una buena fiesta entre los dos -sonreí.

- ¿En que pensabas Damon? Claro si, perdón soy una metiche...pero tal vez si hablas de las cosas que te ponen algo ''triste'' se podría mejorar. Siempre es mejor tener a alguien con quien hablar...creo-me encogí de hombros y suspiré.
Cerré los ojos, realmente tenía unas ganas de tomar algo de vino tinto. Adoraba el vino tinto.

-Bien ¿Te parece si vamos a tomar algo? Esto es algo aburrido. No sé, hacer algo...estoy, bien mi mente está en blanco

- Oh sí, voto por lo de ir a tomar algo, necesito una copa.- dije con un guiño de ojo.- Y no eres una metiche... pero es una historia demasiado larga.- moví la mano en circulos y puse cara de aburrimiento.- Quizás tu deberías seguir tu propio consejo- le sonreí,- puede que no lo parezca, pero soy bueno escuchando.- era capaz de lo que fuera con tal de matar el aburrimiento, aunque esta vez era verdad que estaba dispuesto a escuchar lo que quisiese contar Savannah, me había caido bastante bien. Era una de las pocas personas que no resultaban cargantes y con las que podía hablar tranquilamente y además sin tener que hipnotizarla... Sí, definitivamente era todo un hallazgo.

Suspiré y asentí con la cabeza. Me levanté de ahí y puse mis manos en mis caderas. Hice un movimiento con la cabeza para que se levantara.

- Anda, me parece bien tu idea. Vamos por unos tragos y te cuento mi pasado. Seguro que será aburrido, pero cuando llegue a la parte de la muerte se podrá interesante...no la verdad es que no. Pero, bueno solo escucha. Vaya Damon, eres de las pocas personas que me agradan, en serio. Y solo hay pocas, mas te vale no hacer algo para tenerme en tu contra - Reí - puede que suene muy soberbia pero nunca encontraras a alguien como yo - me encogí de hombros.

Comenzamos a caminar.

- Da igual, he escuchado cosas realmente aburridas en mi larga vida. Creo que tu vida no la incluiré dentro de ellas, hasta ahora por lo menos me tienes intrigado.
- Ummm... Por cierto, eso era una amenaza?- dije divertido. No me imaginaba a aquella chica capaz de hacer nada como para perjudicarme, aunque tenía razón, en cierto modo hasta ahora no había conocido a nadie como ella.- Está bien, prometo portarme bien... al menos hoy. No quisiera hacer algo para provocar tu furia descontrolada.- volví a bromear mientras caminabamos y yo le despeinaba un poco el pelo con la mano para molestarla.

Entrecerré los ojos cuando me revolvió el cabello.

- Pues entonces vas por mal camino, compañero- dije moviendo el dedo. Suspiré y cambié te tema, volviendo al anterior - Bueno, entonces joder yo pienso que mi vida se ha vuelto muy aburrida pero para eso he venido a este lugar a encontrar algo de aventura - lo miré y me crucé de brazos.

Esperé unos minutos antes de empezar.

- Bien, no he cambiado nada desde que mi hermano murió. Sigo siendo la misma persona, tal vez un poco más precavida pero no. A ver, yo soy de Ohio, me crié toda la vida allá. No conocía otro sitio, estudié hasta terminar la preparatoria y dos años de universidad. Sí era una persona algo inteligente así que me ascendieron dos años -sonreí - Todas las noches sin importar salgo, o salía ¿A donde? Hombre, a donde sea. Me encanta la fiesta, tomar y todo eso- alcé los ojos para ver al chico y suspiré al recordar esos tiempos - Mi hermano era el chico estrella de la familia, yo siempre he sido la oveja negra, buenas calificaciones, pero siempre he tenido los problemas, con todo...-lo miré para ver si estaba interesado en la historia y si quería que siguiera.

Me reí cuando se enfadó porque le revolviera el pelo. Era muy graciosa cuando se ponía así, tenía un aspecto realmente apetecible.

Empezó a contar lo que había pasado en su vida y con su hermano, por ahoa todo estaba siendo demasiado familiar para mí... aunque estaba seguro de que las cosas entre ellos dos no acabarían exactamente como acabaron entre mi hermano y yo.

- Si, creo que por ahora te entiendo. -dije cuando dejó de hablar para ver si la estaba escuchando.- Creo que nuestras historias empiezan más o menos igual.- hice una mueca y luego la miré para que continuara.

Escuché lo que dijo y se formó una pequeña sonrisa en mi rostro. Bien, por lo menos no era la única persona que tenía una vida así.
Volví mi vista al frente y seguí caminando, antes de volver a hablar me crucé de brazos y respiré profundamente.

- Bien, total. La oveja negra, un día, bue eeeel día que terminé con mi novio de 4 años...bueno, vamos el rompió conmigo - dije bajando un poco la mirada. Había sido el hombre que más había amado en toda mi vida, si mi corta vida pero lo amaba tanto - me hubieras visto. No lloré -reí amargamente - no soy de las personas que lloran mucho de hecho. Más bien me enojo, demasiado - me encogí de hombros -había una fiesta en casa de unos chicos que había conocido y bla bla bla...-seguí contando hasta llegar a la parte de mi hermano.- Entonces, mi hermano llegó por mi, serían las 4:30 de la madrugada. Fue la primera vez en mi vida que lo había visto enojado, molesto conmigo. Estaba que hechaba humo, salimos de la fiesta y el manejó casi, vamos ni un kilometro- cerré mis manos en un puño - Un tío borracho y drogado de la fiesta...hum, chocó contra el carro. De hecho chocó de mi lado...pero mi hermano murió al instante. Yo solo estuve en el hospital por cinco días ¿Sabes? nadie fue a visitarme...mis padres desde ese momento me odian más que nada-Dije sin mirarlo-Si no hubiera sido por mí, mi hermano no estaría muerto. Entonces...-me encogí de hombros sin saber más que decir- me he mudado-lo miré-lo sé...suena como algo bastante equis. Pero es la verdad.