Mirando el pasado (libre)

Ante mi se encuentra la ruida de lo que una vez fue una suntuosa mansión en la que mi tatara tatara tatara tatara... lo que sea vivió y murió.

Todavía hoy pudo rememorar el día en que los vi por primera vez. Recuerdo como su pequeña niña correteaba delante del porche tras su pelotita. Yo estaba mirando desde las sombras cuando la pelota vino rodando hacia a mi. Nunca olvidaré la cara que puso al verme, a un ser que a sus ojos lucía bella y perfecta con un aura que le invitaba a acercarse. No se lo permití, no quería arriesgarme, no con mi propia estirpe. Corrí, corrí como alma llevada por el diablo y nunca más volví. Hasta hoy. El tiempo pasa y nunca perdona...

Y aun teniendo la cabeza en otro lugar, en otro tiempo, consigo oir el sonido de unas pisadas tras de mi. Me giro para enfrentarme a lo que sea que se haye tras de mi.

- ¿Quién eres?- mi mano se posa instintivamente en la daga que tengo escondida en la cintura, más vale prevenir que curar.

Caminaba por los alredores de Mystic Falls. Hacia un dia muy bonito y sali a pasear, queria estar un rato sola y ir por ahi a jugar. Pero alomejor ningun niño queria jugar conmigo ya que era un monstruo para ellos, incluso en humana nadie queria jugar conmigo, ya que los niños decian que mi mama estaba loca y que yo no tenia papa. Me puse algo triste al pensar en ello, y sin querer pise una ramita por ir despistada. Oi a alquien hablar.
Me acerque a una chica que habia alli.
-Hola.-dije con una sonrisa, inocentemente.

Spoiler:

Era una vampiresa, una vampira de aspecto de niña. Era preciosa y no parecía que tenía ganas de peleas, por lo tanto bajé un tanto la guardia, pero no del todo. Me gusta estar preparada para lo que fuera.

Le dirijí una sonrisa encantadora mientras me acerco a ella.

- Hola, ¿qué hace una vampira como tú por estos alrededores? No esperaba ver a nadie de nuestra especie por estos lugares- le admití.

La mire cuando se acerco a mi, era una vampira como yo pero mas mayor y con mas experiencia, me haria daño? pense al recordar lo que una vez me dijeron, de que a los niños vampiros los mataban por no tener cordura ni guardar el secreto de los vampiros. Mi sonrisa se desvanecio y dije:
-Pues solo queria jugar pero no creo que nadie quiera jugar conmigo. Y tu...¿que haces aqui?- la mire curiosa.

Parecía vastante lúcida para ser una niña vampira, la última de ellas que vi aniquiló a medio pablado antes de que lo reduciera a cenizas. Pero esta niña no era como ella, no parecía ni demente, ni psicótica ni nada por el estilo. Todo lo contrario, parecía una niña curiosa, alegre y puede que hasta capaz de esconder nuestra naturaleza. Dejaría correr la cosa hasta que me diera razones para ello.

Volví la mirada a las ruinas.

- Para honrar la memoria de los de mi estirpe- le dirigí la mirada nuevamente.- Por cierto, mi nombre es Diana Hope, ¿y tú quién eres?

-Diana Hope.-repeti,me quede con el nombre en mi memoria y hice una pequeña reverencia cogiendo mi vestidito como habia visto en los cuentos y amablemente dije:-Yo soy Lena Salvatore, encantada de conocerte.-le di mi manita para que la estrechara aunque no se si era buena idea...

Me gustó el detalle de la reverencia, debió de saber que soy bastante antigua como para que me agrade esa muestra de respeto hacia los demás. Esta niña estaba consiguiendo puntos en mi escala.
Le sonreí para dejarle claro que, de momento, no tenía nada que temer de mi y le cogí su manita entre las manos.

- Lo mismo digo. ¿Por cierto cuantos años tienes realmente? Se que no tienes las mismas que aparentas, al igual que yo- me señalé mientras le guiñaba el ojo.

Sonrei cuando me cogio la manita entre sus manos.
-Te equivocas.-rei traviesa.-En realidad tengo ocho años y unos dias, o mas que dias.- dije pensando. Solo hacian unos meses desde el accidente y de que me convirtieran pero gracias a mis nuevos 'amigos' sabia comportarme bien aunque aun tenia que aprender muchas, muchas cosas. Lo que ellos no sabian era que me habia escapado un momento para jugar sola, ya que ellos no jugarian conmigo.-Dicen que aparento cinco años o asi, pero es porque crezco muy poco a poco, ademas soy nueva en esto de... vampiros.-dije intentandome explicar. - ¿Tu cuantos años tienes en realidad?

- Hasi que eres una neofita, una recien nacida- dije pensatiba-. Pues, por lo que puedo ver, estas haciendo un buen trabajo en ello- le aseguré.

- En cuanto cuanto años tengo... dejame pensar... Nací en 1591 en Hungría, por lo tanto en estos momentos yo tendré unos 419 años de edad aproximadamente- dije haciendo memoria.- Una época muy mala, un lugar muy malo y un ambiente peor. Agradece que los tiempos hayan cambiado, en aquella época nuestro destino solía ser oscuro. Si no mirame a mí.

-Recien nacida? Oye que tengo ocho años para nueve...- le dije, no sabia lo que decia. Yo tenia razon tenia que aprender mucho de este nuevo mundo. Un nuevo dato que apuntar: Neofita= a recien nacida.
En mi boca se formo una O de sorpresa y admiracion al ella decir su edad.
-Woow cuantos años tienes.-dije contemplandola.- No seras una vampira mala verdad?-dije luego frunciendo mi ceñito, alejandome un paso de ella y retirando mi mano.

Siempre me he enhorgullecido del tiempo que he sobreivido en este mundo y en la reacción que causa en los demás el saber mi verdaderos años.

- Si, eres una recien nacida, recien convertida, recien iniciada o como quieras llamarlos. Eso eres tú en estos momentos. No importa la eedad que tengas cuando suceda, en tus primeros años a los vampiros novatos se les llama de esa manera- le informé como una buena profesora, siempre me ha gustado conpartir mis conocimientos con los demás.- Yo por ejemplo fui convertida a los 17 años.

- Y no, no soy una vampira mala. Es más, soy bastante justa con la gente, únicamente me alimento y mato a malechores, personas que no merecen el regalo de la vida. Tú y yo nos llevaremos bien siempre y cuando no incumplas las reglas. Soy algo así como la mano ejecutora de la ley. ¿Lo has entendido?

Asenti con la cabeza, comprendiendolo todo.
-Como...-pense.- una vampira policia!!!-sonrei.-¿Cuales son las reglas?-pregunte.
-Se que no se puede beber sangre de humanos, ni decir el secreto, pero que hay mas?-me sente en una de las ruinas.

- Niña lista- la felicité.

Sonrei con malicia, me gustaba el rango de vampira policia que me había puesto la niña. Sienpre he odiado las injusticias y, aunque nadie me haya puesto ese poder, he intentado que nadie los cometa. No a mi alrededor.

- No revelarle nuestro secreto a nadie. No dejar cabos sueltos que puedan seguir los humanos...

- Y en cuanto a lo que se refiere a alimentos... El que te creo debe ser un vegetariano, porque no esta mal alimentarte de humanos siempre y cuando no levantes sospechas. Has de saber esconder tus gueyas si quieres dejar el sendero de comer animalitos. Si quieres podría mostrarte, aunque puede que a tu creador no le gustemucho.

Sonrei enseñando mis dientes al oirla decir que era una niña lista.
-Pues creo que me has de arrestar porque cuando desperte en el bosque bebi de un señor viejo y creo que .... lo mate, pero solo fue una vez y no sabia lo que hacia.- dije triste mirando al suelo.- Pero he prometido no volver ha hacerlo, ahora comere animalitos del bosque. Alguien ya me esta enseñando a comer animalitos pero creo que la sangre humana es mas buena, siempre que huelo algun humano me duele la garganta y intento retenerme y correr lejos.-explique.

Me puse alerta, había matado a alguien era cierto, pero a menos que no lo hubiera escondidono había problemas en lo que se refiere a mi.

- ¿Te deshiciste del cuerpo verdad? Si es así no hay problema. Yo si quieres puedo enseñarte a hacerlo por si en un futuro no puedes controlarte y te saltas tu dieta.

- Yo personalmente, prefiero alimentarme de humanos. Pequeños sorbos aqui y allí, borrando memorias. Así nunca tengo la suficiente hambre como para matar a nadie. Y nadie se entera de nada de esa forma.

-Pues....-pense en el viejo, donde lo habia dejado? me rasque la cabeza pensando.-Creo que lo dije detras de una roca cerca de un arbol en el bosque, no se si alguien lo habra encontrado, pero poca gente va al bosque. Dicen que es peligroso.-sonrei.-Aunque a mi me gusta. Asi que te alimentas de humanos y borras la memoria? como haces eso? Yo tambien quiero!!!-dije poniendome de pie y dando saltitos alegre.

- Es algo bastante facil eso de la imnosis. Lo único que debes hacer es mirar a la víctima a los ojos fijamente, dejar tu mente en blanco y darle el orden que desees darle. Ya sea que te sire de un acantilado como que olvide cualquier suceso. De esa forma nadie sabrá de tí, nadie podrá hayarte culpable.

- En cuanto al humano muerto... se nota que eres una novata, el lugar escogido no es el más indicado. Si me enseñas donde está puedo darte alguna indicación para esconderlo como es debido. Esperamos que tengas razón y que nadie haya encontrado el cuerpo, pues las consecuencias pueden ser nefastas para todos nosotros.

-Que chuli! Yo quiero imnotizar a alguien!!! Sera divertido!!! Asi podre jugar con quien me plazca!!!-dije ilusionada.-Lo intentare mas tarde con alguien.
-El señor viejo esta en el bosque, te dire donde es si quieres.-Recorde como lo habia matado y donde lo habia dejado antes de correr a otro lado para no ver lo que habia hecho.

Efectivamente, era una niña, una niña inocente en cuerpo y mente. Si fuera perversa, uno de esos niños sangrientos, no hubiera pensado en jugar si no en matar a la victima mediante la hipnosis. Y eso me gustaba de ella.

- Si, todo aquel que quieras estará sometido a tus deseos mediante la hipnosis. Aunque, has de saber que no es lo mismo que si él o ella realmente quisiera, siempre es mejor que lo deseen realmente. Además esto no es aplicable con la gente que lleve berbena, esa planta inutiliza nuestros poderes sobre sus mentes.- le advertí.

- Muestrame el camino a seguir y yo te ayudaré con ese problema tuyo. Nadie volverá a encontrar su cuerpo, y si lo hacen, nunca sabrán que fue uno de los nuestros el causante. Ningún cazador de vampiro se percatará de nuestra existencia en estos parajes.

-Pero si no quieren jugar conmigo, les imnotizare!-esboze una sonrisa traviesa.
-Por supuesto te llevare al bosque, alli es donde lo deje, al lado de una arbol y una roca.-me levante de la ruina y empeze a caminar hacia el bosque.-Ven sigueme.-me pare mirandola.-Vamos.

- Lo que tu quieras, pequeña, es tu poder y tuya es la elección de como utilizarlo. Yo solo puedo dar recomendaciones al respecto- dije encogiendome de hombros.

Vi como se alejaba para mostrarme el lugar del escondite del cuerpo y como esperaba que la siguiera.

- Ahora voy, tu sigue que yo te sigo a donde quiera que vayas.