¡Por el amor al arte!... Si, me perdi -.- [Libre]

Llevaba bastante tiempo de viaje hacia al nuevo pueblo en donde me instalaria quien sabe por cuanto tiempo... No mas del razonable para un vampiro por supuesto, cuando en plena carretera habia sentido una extraña atracción por la dirección que, de plena y puramente curiosa habia tomado. Y aqui estaba, algo desorientada y para mejor chiste, mi GPS dejo de funcionar al interceptar las carreteras que llevaban camino al pueblo... ¡Perfecto!, aunque no era mi unico inconveniente... Todavía no entraba al pueblo, y me estaba quedando sin gasolina y el reloj marcaban ya las seis y media de la tarde, buena hora para dejar el auto a solas donde no conoces.

- ¡Demonios! - Bufé por lo bajo estacionando mi camaro a un costado de la carretera. Uno de los dos coches que poseía, este lucía bien deportivo con sus dos lineas blancas por sobre la pintura negra cromada, descapoteable... Adoraba sentir la brisa en los cabellos... Pero, ahora ni eso.

- Sabía que debía cargar un cuarto de litro mas en el tanque. - Me baje del coche, luciendo unos shorts cortos de jean y una musculosa blanca, normal.
Fuí hacia la baulera y reviso si quedaba algo en el bidon de reserva... Encontrandomé con un completo enchastre, el bidón se había volteado en alguna de las tantas curvas rapidas que había tomado durante el viaje. - Ni hablar. - Murmuré, intentando no darle mucho mas interes de lo que ya le estaba dando a la cuestión y cerré con algo de rabia el baul nuevamente. - Almenos la ropa no tendrá olor a nafta. - Dije admirando el bolso de viaje en los asientos traseros del veículo.

Me incliné sobre el volante y aprete el botón de las luces intermitentes y destrababa el capo, para dejarlo abierto... Y dar imagen de doncella en apuros. Después de haber trabado el capó y hechado un poco de agua fresca sobre el motor caliente, la escena estaba completamente lista... - Debí dedicarme al teatro. - Dije sarcastica sonriendo sin ganas, estaba realmente envenenada por todo lo que me estaba pasando y era la primera vez.

- ¡ Y a ver a ti que te pasa!. - Tomo el GPS y sacudiéndolo intento "arreglar" el desperfecto. - Desgraciado aparato de plastico... ¡Sabía que me ibas a fallar!. - Intento reiniciarlo pero, no hay caso... No responde.