Fiesta improvisada (Savannah)

Tardamos un poco en llega, había aparcado lejos el coche y tuvimos que atarvesar un buen trecho del bosque caminando a velocidad "humana". Curiosamente estuvo muy callada durante todo el viaje, lo más provable es que se arrepintiera de haber aceptado mi propuesta. Por una parte no tenía por qué hacerlo, era una persona bastante interesante y de eso escaseaba por este pueblo así que no iba a matarla... pero por otra parte quién sabe si me iba a entrar de pronto hambre.

Llegamos a la casa y aparqué el coche cerca de la entrada. Fui a abrir su puerta de copiloto y le mostré una gran sonrisa.
- Bienvenida a la Casa de Huspedes de los Salvatore... la mansión que teníamos antes era mucho más espectacular, es una pena que ahora solo queden ruinas.

Caminamos hasta donde estaba su coche y nos subimos para llegar a la casa. Su casa estaba en el bosque, bastante cerca del lago, aunque no tanto como para no cansarte cuando te vas caminando. Bajó del auto y fue hasta mi lado para abrirme la puerta. Me sonrió y yo le respondí también con otra sonrisa.

Me dio la bienvenida a su casa. Bueno la casa era hermosa y grande, no debería de quejarse. Miré a mi alrededor y cerré la puerta del carro.
-Vamos, que esto es bastante lindo. Aunque claro no conozco la mansión...pero esto es genial -dije guiñandole un ojo.

Entramos a casa, era más amplia aún y tenía cosas muy lindas. Algunas parecían muy antiguas. Casi no habían fotos.

- ¿Solo vives aquí con tu hermano? - pregunté sin tanto interés.

- Y eso que aún no has visto el resto de la casa, luego te lo enseñaré todo.- Parecía bastante impresionada con la casa. La verdad es que a mí tambien me gustaba bastante, aunque mi hermano le quitaba todo el encanto, no podía existir un tipo más aburrido, cada vez que aparecía era para reprocharme algo. Le sonreí cuando me guiñó un ojo.

- ¿Que quieres tomar?- le pregunté mientras me dirigía a servirme una copa.- La verdad es que la casa es de mi tío.- en relidad no era tío mío, sino un descendiente humano de los Salvatore, pero parecía mayor que nosotros, así que nos inventamos esa historia estúpida.- Viaja mucho, así que practicamente no le vemos.- dije sin dar más detalles.

Sonreí y asentí con la cabeza. Ah, entonces vivían con su tío. Bueno, tal vez entonces era el hombre de las fotos, no de todas. Pero me di cuenta que Damon no salía en casi ninguna.
Había un muchacho alto y blanco en la foto, y en otra un hombre un poco más grande que el chico de la foto y que Damon. Miré la foto por unos momentos y supusé que el más joven era su hermano y el otro su tío.

Me giré para ver a Damon y asentí de nuevo con la cabeza.

- Sí, claro ¿Qué tienes? -pregunté caminando hacia donde él estaba.

Miré en el mueble bar y empezé a remover las botellas que allí había guardadas.

- Brandy... whisky... ron, ginebra... vodka.- Dije enumerando todo lo que iba encontrando aunque lo iba diciendo más para sí mismo, estaba seguro de que ella no bebería nada tan fuerte.- Anda... mi hermano ha estado escondiendo una botella de tequila.- dije cuando llegué al fondo del minibar luego cansado de mi pequeña exploración me di la vuelta para mirarla.- Si quieres tenemos cerveza en la cocina o podemos ir a la bodega a por algo de vino. También creo que vi unas botellas de champán el otro día.- dije haciendo una mueca, no me gustaba nada el champán.

- Vamos, entonces si hay tequila? -pregunté algo entusiasmada. HAbía estado de vacaciones en méxico hacía dos veranos. Por dios, sus fiestas eran alucinantes, empezaban temprano y terminaban temprano...del siguiente día claro estaba. Sonreí - Prefiero el tequila, vamos soy una chica de vino tinto cuando voy a fiestas. La cerveza no es mi favorita y el champán menos -dije haciendo una mueca -Podría ser vino, vodka o tequila -me encogí de hombros y lo miré. Me sentía como mis amigos, sí. Como un hombre pidiendo esto de beber. Sonreí de medio lado y me acerqué con él.

- Pero es tu casa así que tú mandas - levanté las manos.

- Nunca he estado en méxico.- confesé.- pero suena interesante, beberemos los dos tequila entonces. Buena elección, ahora me caes incluso un poquito mejor.- le dije sonriente mientras iba a por unos chupitos, a por limon y a por sal. Regresé en dos minutos y lo puse todo sobre la mesa.- Muy bién veamos como bebes... - dije llenado su chipito y esperando a que se sentase delante mía. Debíamos de parecer los dos unos alcohólicos perdido, pero no me importaba, me estaba divirtiendo más de lo que me esperaba.

- ¿Sabes jugar al yo nunca?- le pregunté de pronto con una sonrisa tentadora antes de que bebiera.

Lo miré y luego la mesa frente a nosotros, estaba todo listo, limón, sal los chupitos. Sonreí de medio lado y escuché lo que había dicho.

- Tú también me caes un poquito mejor. Por cierto, tienes que ir a méxico. Solo por las fiestas que son ¡Ge-ni-a-les! -dije mirandolo.

Después de que dijo eso me reí. Claro que había jugado al yo nunca, una vez con maria y varias veces con alcohol. Asentí con la cabeza.
-Claro que sí, no has estado en una fiesta si es que no has jugado ese juego. Ahhh, hace demasiado que no voy a alguna fiesta. Extraño esos días, pero parece que aquí la pasaré bien con mi amigo de a lado -dije acomodandome en el asiento.

La escuché mientras hablaba.

- Tomo nota, la próxima vez daré guerra en Mexico -dije riendome y le devolví la mirada.

- Eso de dejar de ir a fiestas está muy mal, no hay que dejar de lado las tradiciones. Pero no importa ya estoy yo aquí para solucionar eso.- empujé su chupito hacie ella.- Y yo que al principio pensé que serías una de esas chicas aburridas, que se pasan el día encerradas en su tranquila casita de pueblo... - hice una mueca de horror.- Esas son las peores, capaces de matarte de aburrimiento.- me volví a reir.

- Bueno, ¿entonces quién empieza?- pregunté volviendo a lo que estabamos.

Acerqué más el chupito y lo puse frente a mi. Luego lo miré con los ojos entrecerrados. No podía creer que pareciera ese tipo de chicas, por un lado estaba bien pero por el otro no.

- Ah ¿En serio? vaya, pero no yo soy Savannah. Una de las personas más fiesteras que puedas conocer - reí. Asentí con la cabeza - Sí, he conocido tantas personas así. Es una lastima que exista tanta gente que no sabe lo que es divertirse- Hice una mueca.

Tomé su chupito y lo levanté para que lo tomara él con la mano. Abrí la boca pero no dije nada. La cerré y pensé un poco.

- Bien, yo nunca me he acostado con alguien que no sea mi pareja - dije cerrando los ojos y riendo - Sí, lo sé...pero es que ahh. Esas son mis reglas, para lo único que las sigo.

Me tendió un chupito, luego se quedó en silencio pensando y cuando por fin habló no pude evitar soltar una carcajada.

- No sabes lo que te pierdes.- no hice más comentarios al respecto, lamí la sal que había hechado en mi mano, tomé el chupito que me ofrecía y mis dedos rozaron su mano, me lo bebí con una rapidez asombrosa y acto seguido me tomé el limón. Tardé un segundo en hablar saboreando el tequila con limón y sal en mi boca.

- Vale, a ver....- no se me ocurría nada que decír, había hecho ya tantas cosas.- Yo nunca he comido hamburguesas, ni patatas fritas, ni perritos calientes, ni nada que se le parezca.- dije con una sonrisa levantando su chupito para que bebiera. Cuando aún era humano la comida rápida no existían y siendo vampiro no es que te entren muchas ganas de probarla.

Lo miré extrañada.

- Jajaja ¿Hablas en serio? ¿Nunca? -entrecerré los ojos -No te creo, eso es imposible. Pero si tu lo dices...¿Supongo que cuenta hamburgesa vegetariana ¿no?-puse los ojos en blanco y le dediqué una sonrisa.

Heché la sal en mi mano y la lamí. Hice una mueca, creo que había hechado demasiada sal. Seguido de eso tomé todo el chupito hasta que no quedara más. No es que cabiera mucho en él. Rápido tomé el limón y lo metí a mi boca. Después de unos segundos lo saqué y miré a Damon.

- Bien, yo nunca me he peleado a golpes con alguien -me encogí de hombros.

Me reí cuando se extrañó con lo que dije.

- Te lo juro, nunca he comido nadade eso. Supongo que me va la comida sana y natural.- intenté aguantarme la risa. Era más facil decirle eso antes que explicar que los vampiros no podíamos comer alimentos humanos.

Dijo que nunca se había peleado con nadie y puse los ojos en blanco. Llené mi chupito y repetí el proceo de bebérmelo.

- A veces tienes que hacerlo.- dije haciendo una mueca por culpa del limon, para los vampiros incluso el limón tenía un sabor extraño.- Yo nunca he estado en México.- dije señalandola con el dedo y antes de que se me olvidara.

Entrecerré los ojos y tomé el chupito. Repetí la misma acción que él y sonreí.

- Yo nunca he besado a una mujer - Me iba más por los hombres, habían chicas que sí. Eran muy guapas, y demasiado sensuales. Pero nunca me habían gustado como pareja. Solté un largo suspiro cuando él terminó de tomarse el chupito y agarré la botella de tequila. No era mucho y era bueno.

- Siento que pronto nos vamos a quedar sin más ideas - Me levanté del asiento y caminé con la botella en mano - ¿Me habías dicho que habías regresado hacía poco no? -pregunté sin mirarlo. Había un librero grande con varios libros - ¿En donde estabas viviendo? - Pasé mis dedos por los libros y me giré hacia Damon. Tomé de la botella, lo miré a los ojos y me sentí como una completa alcoholica - Vaya, me siento una alcoholica.

Suspiré cuando se llevó la botella, me había dejado sin tequila. La miré de arriba a abajo sin disimular ni un poquito mientras caminaba por la habitación. Estaba buena y su sangre olía muy bien, podría hipnotizarla y aprovecharme de ella, me hizo una pregunta y luego se dio la vuelta, dejé de mirarla y de pensar en eso.

- Sí, estuve vijando un poco por el mundo- dije distrido y caminé por la habitación lentamente igual que había hecho ella.- Pasé bastante tiempo en Europa, sentía curiosidad por algunos paises... una breve visita al Lejano oriente y luego volví a Estados Unidos, hasta que finalmente supe que mi hermano había vuelto a Mystic Falls.

- No me arrebates mi título de alcohólico perdido, que me lo he ganado onradamente.- dije con cara de ofendido cuando estuve enfrente de ella, tomé la botella de su mano y le di un trago.- No has comido nada, esto es demasiado para ti, se te subirá en seguida a la cabeza.

Escuché con detenimiento lo que decía. Vaya, viajar. Siempre había querido viajar por todo el mundo pero no era una chica rica como para hacerlo. Podría haberlo hecho sin dinero pero seguro que hubiera sido de lo más incómodo. Algún día me apuntaría a un viaje. En especial quería ir a Marruecos, me sabía de memoria la fama que tenía pero no importaba. Seguí mirando los libros, algunos parecían demasiado viejos, desgastados, y eran muy gordos. Otro completamente nuevos.
Damon apareció cerca de mi y me giré para verlo.

-Viaja, vaya. Que genial que te puedas dar el lujo de viajar, conocer distintos lugares - suspiré -sí genial. Le di un trago más largo a la botella y el habló. Reí ante su comentario y tomó la botella.

- No te creas, no se me sube tan rápido. Pero si quieres como algo ¡Hombre! estás con Savannah, no soy una virgen del alcohol -sonreí ampliamente. Me recargué en la pared. La verdad es que hacía rato estaba algo cansada pero el tequila me había levantado un poco.

Sonreí antes de volver a hablar.

- Viajar no está mal, si lo haces por placer, ya sabes, conoces mucha gente, visitas muchos lugares espectaculres... Pero cuando viajas huyendo de algo no es tan divertido. - dije con una mueca de desagrado.

No di más detalles, era mejor que no entendiera a lo que me refería, así era más seguro para ella, si hablaba demasiado seguro que acabaría asustandose y entonces me tocaría borrarle la memoria o incluso matarla. Preferiría no tener que hacer nada de eso.

- Oooh, tranquila, no importa lo mucho que aguntes, aquí hay alcohol suficiente para emborrachar media docena de rusos... y no sabes como beben.- dije bromendo otra vez y fingiendo asombro. Lo había comprobado en un viaje a Rusia, pero por muy bién que bebiesen nadie podía ganar a un vampiro.


FDR:
Lo siento, se que desaparecí y no avisé a nadie ,
pero esta semana tengo la casa sólo para mí así que he provechado para montar unas cuantas fiestas y salir por las noches... me hubiera conectad, pero en fin, ya sabes, eso de rolear ya sea con resaca o bajo los efectos de alcohol no es tan buena idea xDDD
Lo siento en serio... pero necesitaba hacer algo de vida social XD

FDR: Linda, no te preocupes que yo igual hubiera hecho lo mismo. Que va, pero mis padres nunca salen así que... Espero que te la hayas pasado genial.

Escuché con atención y asentí lentamente cuando terminó de hablar. No entendía si lo decía por él o por otras personas, eso de huir pero me imaginaba que no sería muy agradable hacerlo. Incluso sería de lo más cansado en la vida. Suspiré y le di otro trago a la botella y alargué la mano para hacia él.

¿Qué horas serían? Probablemente no muy temprano pero tampoco tarde. Había siempre algo que me hacía aguatar mucho. Desde hacía ya tiempo que deseaba poder tomar algo de alcohol. Llevaba varios meses sin fiestas ni alcohol ni nada de eso. Sin diversión, en serio que no sabía como había sobrevivido por tanto tiempo. Lo miré y reí cuando comentó lo de los rusos.

- Ja, bueno. Creo que a un ruso no le ganaría pero si aguanto más que muchas personas - comenté.
- ¡ En serio que amo esta casa! ja, lo digo como si siempre viniera pero es que es hermosa, a comparación de la mía. Es bonita pero no sé, no me siento muy acogida que digamos, vivir sola es genial pero no a la vez - Sonreí. Seguí caminando por la sala mientras miré por la ventana. Ya había oscurecido. No se veía nada más hallá de un metro de la casa, me acerqué más y pegué casi toda mi cara en ella. No nada, hice una mueca.